Cuenta la leyenda que hubo un tiempo, en otro lugar, en el que los lobos perdieron su canto. Y el libro cuenta la leyenda de cómo lo recuperaron, consiguiendo así nuevamente la esencia de su alma, el Canto a la Vida.
La metáfora resulta clara: Dirus, el opresor lobo rojo, el que no canta, reprime el canto en sus semejantes tildándolo de despreciable costumbre propia de coyotes, que desde su perspectiva no son más que seres inferiores.
Lobo, el protagonista, encarna el espíritu libre e independiente de líderes y manadas que lleva a cabo un viaje épico para dar cabida a su propia descendencia cantora en un mundo hostil, de lobos represores del canto.
En éste relato la presencia del hombre es nula, y la presencia de otras especies animales relativiza el alcance de las ambiciones vitales de cualquier ser vivo, son dejar por ello de evidenciar preferencias por unas u otras desde un punto de vista preferiblemente humano, comprensivo con las estructuras sociales que evidencian a Lobo como solitario, así como a los Osos. Sentenciando el destino.
Una gran obra que se diferencia de todos los relatos épico-naturalistas que hayáis podido leer, y que por tanto os recomiendo fervientemente que leáis y disfrutéis.
No os decepcionará.
Antonio Prieto Reverte.
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